Si existía un juego que era necesario ganarlo en casa, por todo lo que eso constituye, era el encuentro ante Táchira, sería un trinfo que subiría la moral de todos (jugadores, directivos, fanáticos) pero se consigue una derrota dolorosa, con unos fanáticos que, a pesar del mal momento del equipo, lo acompañaron en el metropolitano; un gol agónico en los ultimos minutos del juego, triste pero cierto, se perdió mas que un juego, se perdió El Clásico del futbol venezolano.
El rojiblanco estaba invicto en su feudo, no sólo esta temporada, sino desde el clausura 2007 del torneo de 2da división; además venía de ganarle aqui a Guaros de Lara, con todo y la figura de Higuita, pero la racha buena en casa terminó con la derrota ante su rival de toda la vida.
Considerando que en carretera no se han conseguido puntos, se prevee un destino incierto para el equipo merideño. Ya es un hecho la salida del Prof. Jiménez y la supuesta llegada al banquillo de Cochesa no termina de gustar a los que les duele el equipo.
Amanecerá y veremos, vendrán tiempos mejores, seguro que si.
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