
La derrota para Estudiantes se resume en poca eficiencia de cara al gol, dos o tres chances claras no fueron concretadas, mientras que la sapiencia de un tal Rafael Castellin vacunó a un Estudiantes con hambre de triunfo pero con poca o nula contundencia.
No obstante la nota que se roba el show se la lleva la dimisión de Frank Castillo a la directiva del cuadro estudiantil, aunque aún se espera la confirmación oficial de esta noticia y quizá la renuncia de otros directivos que lamentablemente, “les quedó grande el equipo”.
Es digno resaltar entre todo este meollo de problemas, en primer lugar a los jugadores que aún siguen en pie de lucha por la institución rojiblanca, a Amleto por tratar... sabemos que se va no porque así lo quiera, señores… a estas alturas quién puede confiar en la Junta directiva del equipo, igualmente profundas gracias a Nabor, porque está asumiendo quizá el trabajo más difícil del mundo, el mejor de losm éxitos para él.
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